jueves, 7 de febrero de 2008

La maldición mochica


Cinco días en Trujillo.

Hay algo en esta Casa de la Amistad que tiende a hipnotizar a todos los ciclistas y viajeros que por aquí pasan. Hemos llamado a este embrujo "la maldición mochica", y lo hemos atribuido a estos fieros demonios moches que pueblan esta ciudad en sus ruinas y en su historia, pero la realidad es muy distinta: Lucho y su familia nos han recibido con tanta amistad y con el corazón tan abierto que resulta triste pensar en alejarse un paso. Los registros de nuestros predecesores nos muestran un esquema similar: la gente llega pensando en quedarse uno o dos días; muchos salen meses después, algunos hasta se quedan y se establecen en Trujillo (en serio, ah...) y todos los que parten piensan en regresar de una u otra forma.

Nuestro caso no ha sido ninguna excepción. Luego de 5 días de descanso, se acerca nuestra partida y a todos se nos queda un pedazo del alma en esta casa.

Miles, miles de gracias a Lucho y su familia.

Por otro lado, estos días nos han terminado por descuajeringar y el grupo ha estado en franca desbandada. Trujillo nos ha envuelto en un reposo casi letárgico, un turismo de fantasmas. Todos nos hemos encontrado en algún momento deambulando solos por las calles del centro, las playas de Huanchaco o los enigmáticos monumentos moches que componen esta ciudad tan caliente y embriagante como antigua y llena de vida. Quizá había llegado el momento de detenerse a evaluar las purgaciones y horizontes que cada uno ha experimentado en este primer mes de viaje.

En fin, este post va dedicado en agradecimiento a los días extrañamente especiales que hemos pasado en Trujillo. Que sirva de clausura, pues, para poder seguir avanzando.


Noticias: las bicis estaban mucho más estropeadas de lo que creíamos, así que el querido Lucho además de todo tuvo que trabajar horas de horas en ponernos derechos de nuevo. Mecanicazo el man, por cierto. Y un guaso completo, claro, que se la pasa payaseando con los 5 nuevos "monos" que se ha conseguido: nosotros. Su esposa Aracely debería hacernos caso y darle de huaracazos en la nuca cada que se manda una de sus perlas...

Los Cinco Monos somos los tres achicharrados que veníamos pedaleando desde Quito más dos flamantes integrantes, el Jose y el Juan Fer. Los muy batracios se asoman pal descanso, las playas y la vida relajada de Trujillo, pero pronto se les acaba el carnaval y empezamos de nuevo con las bitácoras militares y las fatigas rutinarias.

Aquí en Trujillo, el Lucho hasta nos pesó y nos midió las pulsaciones del corazón para ver qué tan bien andamos. Conclusión: andamos es mal. Con las justas. Por obra y gracia... Solo la Andre se salva, pero eso como que ya lo sabíamos. El Juan Fer parece venir a punto, pero ya veremos cómo se comporta en la ruta, que hasta ahora los méritos siguen siendo de los duros que han pedaleado. Aupa, aupa, que nos falta de largo.


Con respecto a nuestra ruta, hemos decidido un gran cambio en nuestro itinerario: ya no continuaremos mucho más por los ardientes desiertos costeños. Cansados del sol, los vientos y las planicies, ahora nos adentraremos en una zona de aguaceros fríos, caminos fangosos y desniveles casi ridículos. ¿Somos o no somos lo que hay? Ricas bestias...

Un poco más al sur de Trujillo tomaremos un desvío que asciende por el famoso Cañón del Pato hacia el pie de la famosísima Cordillera Blanca. La ciudad de Huaraz será nuestro nuevo cuartel general antes de adentrarnos profundamente en el corazón de la cordillera, hacia Cerro de Pasco, y luego ir avanzando hacia nuestro segundo gran destino: Cusco. Ya que este cambio altera nuestra ruta y elimina nuestro paso por Lima, consideramos que nuestra primera gran meta ha sido cumplida ya con la llegada a Trujillo.

Inicia, pues, la ruta de los Andes.

Trujillo, 7 de febrero de 2008

7 comentarios:

AAAbikers dijo...

Estamos atentos a su aventura muchachos..

Como siempre los mejores deseos desde Quito. Esperamos que el cambio en la ruta sea para encontrar fabulosos paisajes, aventuras fascinantes, gente bacán y un chorro de recuerdos para el regreso.

Unknown dijo...

Panas, sigo atento sus noticias, les envidio mucho, sueño con poder unirme algún pedazo del viaje. Un abrazo gigante a todos.... el cañon del pato qué lindo!! chao

F dijo...

sexy ese cambio de ruta

Maestro Francisco dijo...

Que brutos en vez de ir en rectito se van a las lomas... no mentira que bacan les felicito, te mando un abrazo ñañito y mucha suerte para todos.

La ma de Marito Esteban le manda abrazos y besitos al tesorito.

Maestro Francisco

Anónimo dijo...

Bien esos posts, guabits! estas sacando a relucir el talento literario digo yo. Yo estoy encantado. ya te he de escribir un email.

Anónimo dijo...

Os envidio sinceramente, compañeros. Yo, después de llegar a Quito, en mi primera salida en bici, rompo el tensor, qué rica bestia. Por otro lado, qué es del Cubas que no asoma ni en textos ni en fotos? Será que se enamoró de algún bombero? O de su manguera?... Bueno, un abrazo.

Conejo

Anónimo dijo...

Ese Guabas; simon que estan buenas las cronicas en el blog pedalero, asi como las fotos. Veo que ya no vienen por Lima, quizas para el regreso. Yo estare por aqui, en mi cubil, por si necesitan un dato y hasta un techo, ya saben, cualquier cosa llaman o escriben, suerte por los andes, los caminos son duros, pero los paisajes valen la pena recorrerlos a pie o en bicicleta, son hermosos, nos vemoss, buenas vibrassss.

Pablo, un amigo del Ecuador.