jueves, 15 de mayo de 2008

Mendoza a la vuelta de la esquina

Como verán, este pana de la fotito no lo logró, pero nosotros, más avezados y cornudos, ya estamos a medio paso de hacerlo. Nos separan 166 kilómetros de la ciudad de Mendoza, y, al parecer, por lo que vimos desde la cima de una pequeña cordillera que atravezamos antes de bajar al amplio valle donde se extiende la ciudad de San Juan, capital de la provincia homónima que hemos venido atravesando estos pasados días, no queda más que una larga y recta pavimentada que nos llevará a nuestro destino final. No queda sino apretar paso, mantener la calma, no prestar atención a los quejidos de piernas y traste (que ya no aguantan!) y dar la estocada definitiva.

Aquí los cuatro tigres que conquistaremos esta ciudad ya casi mítica en nuestras cabezas:

Los habíamos dejado en suspenso en La Rioja, cuando ya parecíamos agotados por lo agobiante de las rectas sin fin y el peso de los cuatro meses que hemos venido viajando. Ahí en esa ciudad recibimos acogida en la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional Argentina. Nos trataron de lo mejor, y hasta toleraron con paciencia que andemos por ahí quierendo "coger" todo lo que veíamos: que si puedo "coger agua" pa llenar las caramañolas, que "qué bus cojo" para ir al centro, que si será posible "coger no más" (con ese los matamos) el papel de la cocina, etc. Al principio nos ponían cara de asco y hasta resentimiento, pero luego como que ya "cacharon" (y esta palabrita nos tuvo en los mismos trances de confusión obscena durante los días en que atravesamos el Perú) que lo que queríamos decir era bastante inocente.

En la despedida hasta hicieron formar a toda una fila de cadetes para la famosa foto. Ojalá y alguno de ellos tenga la oportunidad de verla.

Ya salidos de esa ciudad, volvimos a nuestra habitual rutina de dormir mucho y pedalear demasiado. Hemos recorrido casi 500 kilómetros en apenas 5 días, y aunque podría pensarse que la ausencia de desniveles ha sido la causa principal de tal ritmo, debemos decir dos cosas a nuestro favor: no todo ha sido plano en estos días (hemos tenido variaciones hasta de 800 metros), y a menudo hemos coincidido en que más divertido (y por alguna razón, relajante) resulta pedalear entre cerros rugosos que en inmensas llanuras sin límite.

Quizá la verdadera causa de esta acelerada marcha ha sido lo remoto y agreste del entorno. Hasta la desolada Bolivia se queda a veces corta con los vacíos que presenta este inmenso país. Hubo días en los que pedaleamos por decenas y decenas de kilómetros sin ver más rastro humano que pequeños carteles puestos casi al azar por la carretera y uno que otro vehículo que pasaba junto a nosotros sin por ello siquiera aminorar su velocidad.

La primera noche después de La Rioja la pasamos en un cuarto vacío de la terminal de buses de Patquía. La llegada al pueblo nos había llenado de entusiasmo debido a que coincidimos con una muy promocionada (localmente, al menos) Feria de la Empanada. Pero resultó luego que había un costo para ingresar a dicha feria (costo que no quisimos pagar) y que ésta se iniciaba recién a las 10 de la noche. No pudimos aguantar el hambre hasta esa hora y, mientras el pueblo oía música folclórica en vivo y degustaba de sus empanaditas, nosotros roncábamos sobre un piso de baldosa muy cerca del cual transitaban los pasajeros de todos los buses nocturnos que atravesaban el lugar.

De Patquía nos internamos directamente hacia el oeste por una recta de casi 40 km de largo. Ahí entre los algarrobos espinosos almorzamos algo de nuestras provisiones y luego continuamos por un terreno algo más sinuoso hasta la frontera de las provincias de La Rioja y San Juan. Nuestra idea era acercarnos al Parque Nacional Ischigualasto para atravesar por caminos de tercer orden el Valle de la Luna (recinto proclamado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO) y salir a la población de Jáchal. Nada de eso pudo hacerse, pues, ya llegados al desvío que nos llevaba al parque, nos enteramos de que no había tales caminos de tercer orden y que no nos quedaba otra que tomar una pavimentada alternativa para volver a conectarnos con la vía principal que conduce a la ciudad de San Juan.

Esa noche, en el pueblo vacío de Los Baldecitos (que nos sorprendió por lo desolado y hasta nos tuvo recordando a Comala y sus fantasmas por una buena media hora), encontramos una comida deliciosa, acompañada de buen vino patero y café en abundancia, junto al cual plantamos carpas y pasamos una de las noches más frías del viaje.

Desde ahí fue cuestión de continuar al sur dos días más y finalmente torcer de nuevo al oeste para ser merecedores de nuestro último descanso. A pesar de que por momentos nos acercábamos bastante a la cordillera (o a alguna rama de las "precordilleras", como las llaman acá), el recorrido ha sido básicamente llano y sin mayores paisajes vistosos (aunque de vez en vez asoma por ahí algún cerro o alguna formación peculiar). Eso ha tenido nuestras cámaras más bien en reposo, porque de tomarnos mutuamente las carotas ya estamos hartos desde hace rato...

Después de Los Baldecitos dormimos en el pueblo de Astica, que fue donde sucumbimos por primera vez en Argentina a pagar un modesto hotel con cama y ducha caliente (a poco menos de tres dólares, la comodidad no se veía como crimen), frente a lo cual las carpas en medio de la plaza no se veían muy atractivas.

La última jornada antes de llegar a San Juan la terminamos en el poblado de Bermejo, enclave de un curioso culto del cual nos servimos para pasar la noche al resguardo del viento. Resulta que hace unas cuantas décadas, movida por consejo de unos viajeros europeos que pasaban casualmente por la localidad, una lugareña se encomendó a San Expedito (mártir romano del siglo III que murió en Armenia, al parecer en defensa de la fe cristiana) para que él interceda por ella ante su marido (borracho violento que la golpeaba muy a su sabor cada vez que se pasaba de copas) y lo hiciese cambiar. San Expedito hizo el milagro de transformar al pobre hombre y desde entonces, agradecida por el favor concedido, la mujer se dedicó a propagar el culto a ese peculiar santo por toda la región. Hoy en día, luego de incontables milagros realizados y muchos corazones conmovidos, el modesto santuario de San Expedito convoca a miles de devotos cada año y prácticamente mantiene con vida a toda la población de Bermejo.

Lástima que de ello solo hayamos sacado esta foto tan mala, en la que San Expedito brilla por su ausencia:

Y no fue ese el único santuario religioso que atravesamos en la ruta. Apenas 40 kilómetros más allá de Bermejo se levanta todo un complejo turístico-religioso dedicado a la Difunta Correa (ya mentada en el blog anterior). El lugar no estaba muy activo a nuestro paso, pero a juzgar por el tamaño de las instalaciones y el espacio destinado a campings, asados y parqueo, parece que esta mártir también es causa de multitudinarias marchas y peregrinaciones al menos una vez cada verano.

En fin, poco después de Difunta Correa, poco antes de que largas alamedas y extensísimos viñedos nos den la bienvenida a las llanuras vitivinícolas más importantes de la Argentina, una pequeña formación de colinas nos permitió ascender hasta un punto estratégico desde donde pudimos observar los enormes macisos de la cordillera central de los Andes y dos picos blancos que se destacaban sobre el horizonte entre las brumas de unas nubes apenas visibles que en vano trataban de ocultarlos. Decidimos, pues, en base a nuestros mapas y previas investigaciones, que el coloso más grande (el que se levantaba más al sur) era nada más y nada menos que el Aconcagua.

Así, el 14 de mayo de 2008 (japi, japi berday, B.!), por primera vez en nuestras vidas teníamos ante nuestros ojos (aunque lejano y brumoso) al monte más elevado de las Américas. Y mientras unos veían en él una suerte de premio, de placa consagratoria a sus esfuerzos y broche de oro para un viaje formidable que mucho había movido en cada una de sus conciencias, otro veía levantarse ante sí el símbolo de un nuevo reto, el imponente inicio de una nueva aventura que debía llevarlo más allá de los confines dominados por ese gigante blanco y adentrarse en los misterios de un nuevo país y centenares de nuevos kilómetros.

Queda muy poco para alcanzar Mendoza y, tras un breve festejo de transición, iniciar el tremendo ascenso al paso de los Andes que conduce a Chile y un nuevo encuentro con el Pacífico.

Ahora sí, las escenitas:

Escena 1: No contentos con tener la misma bici, el mismo casco y la misma ropa, los gemelos maravilla comparten su ignorancia con respecto a la ruta a seguir.
Escena 2: Lugareños sanjuaninos entablan alegre conversación y bochinche en honor a los recién llegados viajeros de a pedal.

Escena 3: Andre aprovecha la pausa pa engullir algún snack. Carlita busca qué comprar. David piensa: "Cuántos vinos saldrán de todas estas uvas?"

Escena 4: Largas sombras del atardecer decoran la frontera entre La Rioja y San Juan.

Escena 5: Los cafecitos con medias lunas se van volviendo más y más comunes en cada descanso. No por eso se nos quita el sueño...

Escena 6: Cuando alguien así te pasa en la carretera, uno empieza a entender por qué tanto pinchazo.

6.720 km recorridos

San Juan, Argentina, jueves 15 de mayo de 2008

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Resulta que con frecuencia soy quien escribe los primeros comentarios. Eso no es casual, porque apenas han salido de la ciudad donde han publicado su último "post", yo ya empiezo a chequear su página para ver si nos han regalado uno nuevo!
El Aconcagua, que alguna vez soñamos con escalar con Fabián Zurita, lo hemos visto, desde el aire, volando entre Santiago y Buenos Aires. ¡Qué gusto saber que están a la vista del coloso y también de su objetivo "final"!
Prudencia y ánimo, para que no se queme el pan a la puerta del horno.
CLC

AAAbikers dijo...

Meta alcanzada !!

Mientras mas cerca se divisa la línea imaginaria que se trazó esta expedición en sus inicios, mejor asimilamos este proceso. El haber llegado no es tan importante como el haber recorrido el camino.

Llegar a Mendoza es solo una evidencia de que pasaron mas de 6 mil kilometros bajo las bicis. Gracias por llevarnos en la grupa a recorrer los caminos de nuestra
América. Amigos, a pesar de la distancia ahora nos sentimos mas cercanos...

Gracias por representar dignamente a los jóvenes soñadores de nuestro País y demostrarles que "Todos los sueños pueden hacerse realidad", con persistencia, con optimismo, con sacrificio. Por eso es posible soñar en un mejor País liderado por esta juventud.

Un abrazo... y esperamos ansiosos el ultimo Post.

Anónimo dijo...

Se ven reflejados en sus miradas los paisajes y las gentes que conocieron conforme se ven nuevas fotos en su blog, y se nota que el camino ha sido largo y cansado, pero no excento de enseñanzas, serias y jocosas.

Recuerdo lo que Antonio Cisneros decia en una de sus crónicas (poeta peruano) "Los que van en auto son temidos, los que van a pie son despreciados, pero los que van en bicicleta, son amados".

Buen viaje, y fuerza para lo que falta, que por lo visto ya es "poco"

Pablo (un amigo del Perú)

Anónimo dijo...

Felicitaciones a los/las que terminan el proyecto.

Gracias por compartir vuestra experiencia tan generosamente por medio del Blog.

Que la Paz y el Amor de Dios les acompañe revolucion por revolucion mientras ruedan diariamente hacia su destino feliz,

Xavier

Susana dijo...

FELICITACIONES.....MAS LOGROS OBTENIDOS EN LA VIDA.....

Expreso con alegría el nivel alto de comprensión mutua y confianza, el carácter activo de cooperación que se desarrolló, se fortificó en el espíritu de cada uno de ustedes para lograr el objetivo..... llegar a la meta...
MENDOZA-ARGENTINA….

Anónimo dijo...

hola!! que bueno leer esto que estan haciendo!!... yo soy de san juan argentina y viajo en bici!! andan por aca todavia??? si necesitan algo? avisen en lo que sea???.... les dejo mi mail jmonguilner@hotmail.com soy jose..... una cosita nomas les queria decir... que no era el aconcagua el que veian desde la ruta de valle fertil a san juan.. es la precordillera.. Blanco las cuevas se llama el cerro que veian... Chau!!! y suerte!!! sepan que sirven de inspiracion a muchos con lo que hacen!!