martes, 8 de abril de 2008

El altiplano en dos patadas

COMUNICADO OFICIAL

Queridos lectores (los que quedan):

Aunque no nos parece necesario andar dando explicaciones por cada broma, nos vemos en la sensible obligación de recordarles que la mayor parte del contenido versado en este blog es BROMA, pura guasada, bufonería, payasada, etc. con el fin de darle un toque más informal y entretenido a la narración de esta aventura. Ustedes comprenderán que reírnos de todo esto nos ayuda a aliviar de alguna manera el pesado trajín del viaje.

En otras palabras, no se tomen todo lo que decimos de manera literal. Y si lo hacen, sepan que no nos responsabilizamos por efectos colaterales originados por alguno de los criterios vertidos en este diario de viaje. Por último, ya nadaffff... En eso quedemos.

Att,

LA GERENCIA

Bueno, bueno. Empecemos.

No nos habíamos visto desde La Paz, y ahora andamos ya bastante lejos de ella. Hemos pedaleado durante siete días ininterrumpidos (sin sus noches, claro), cruzando el vasto altiplano y adentrándonos en el occidente boliviano. Sangre, sudor, moco y babas han quedado en el camino de estos solitarios e inhóspitos días. Por suerte, la hoja sagrada -regalo de los dioses-, ha hecho menos pesadas estas intensas jornadas de pedaleo.

No se crean que esto es pura novelería nuestra. Al contrario, se trata de una costumbre ampliamente difundida aquí en el altiplano y hasta las leyes de tránsito bolivianas lo avalan sin tapujos. Si no nos creen, fíjense con atención en la siguiente señal:

Es una pena que en el Ecuador no se comprenda ni se practique el uso tradicional de esta planta tan útil como ancestral.

En fin, sin meternos más en polémicas, luego de tres días de descanso en la capital política de Bolivia, salimos atravezando la alborotada y caótica ciudad de El Alto, anexo popular y populoso de La Paz.

A medida que avanzábamos, las casas y el tránsito vehicular se iban haciendo más escasos, y pronto nos vimos perdidos en medio de una planicie desolada y agreste. Con todo, el excelente estado de la carretera y la casi completa ausencia de desniveles nos ha permitido avanzar en forma rápida y eficiente. A pesar de estar acostumbrados a salir tarde y tomarnos largos descansos llenos de tertulias cuasi-filosóficas (chismeamos es full!), hemos subido el promedio de kilometraje diario a unos 80 o 85 km.

El primer pueblo en el que descansamos fue una pequeña villa con una historia interesante. Villa Loza (coincidencias, Joselito?) nació como una estancia familiar al borde de la carretera que conecta La Paz con Oruro y Cochabamba. En un lugar completamente deshabitado, este paradero es casi como un oasis, y fue fundado hace no mucho tiempo como un tambo para los viajeros. Ahora es un próspero negocio familiar circundado por una pequeña población que ya hasta aparece en los mapas viales de Bolivia.

La señora que nos acompaña en la siguiente foto es la hija del fundador del pueblo. Ella se interesó mucho por nuestro viaje y nos permitió dormir en un salón de su restaurante (por cierto, muy bonito).

Desde ahí continuamos rumbo sur, pasando de vez en cuando por pequeños pueblos casi en su totalidad habitados por indígenas aymaras, mucho más ariscos y difíciles de comprender que sus vecinos los quechuas, que en Perú nunca dejaron de tratarnos con amabilidad y hasta mostrar cierto interés por nuestra presencia. Aquí en Bolivia, si es que nos ven, lo hacen con indiferencia y mucho recelo. Lo más común que solemos escuchar es "Dame plata!", "Qué quieres?" o "No hay!".

El atardecer de ese segundo día nos asaltó en el pueblo de Konani, donde nos alojamos casi a la brava (por un dólar) en el edificio más alto del pueblo. Ahí sí que no había ni baño, pero al menos tuvimos una buena vista del atardecer desde la terraza.

Con el carácter tosco y hasta confrontativo de estas gentes, fue difícil hasta encontrar comida. Al parecer, los códigos de conducta que manejan los habitantes del altiplano son muy distintos a los nuestros; pero para toscos nosotros, así que no hemos tenido ningún problema. Hasta hemos logrado arrancar algunas risas...

Para llegar a Oruro, al tercer día de haber salido de La Paz, tuvimos que atravezar una pequeña región de colinas en las que no se veía ni un alma. Luego de ello, una recta interminable absolutamente plana nos condujo, por más de 30 km, hasta la peculiar entrada de esta ciudad minera. Hasta ahora no entendemos muy bien por qué a la entrada de Oruro nos recibieron tantas esculturas de sapos, dragones, hormigas, demonios y ángeles, pero en fin, será que el famoso carnaval se les ha subido a la cabeza.

Ya oxidados en eso de pedir posada (para lo que en Perú éramos unos tigres), en Oruro se nos complicaron un poco las gestiones y nos volvió a seducir el alojamiento con cama y ducha caliente por apenas dos dólares. So what? Al fin y al cabo, esos lujos son inapreciables desde el punto de vista de un apestoso, sudoroso y agotado ciclista.

Ya que habíamos decidido no descansar en Oruro, esta ciudad se nos pasó algo desapercibida. Quizá no debimos subestimarla tanto (al fin y al cabo se trata de una de las cinco o seis ciudades más importantes del país), pero que quede en registros que mucho conocemos y apreciamos con solo aproximarnos y alejarnos lentamente por los sorprendentes entornos de cada lugar que visitamos.

Lo que vino a continuación fue tan aburrido como suena por escrito. Simplemente pasamos horas de horas pedaleando sin más horizonte que un plano infinito y un inmenso lago de nombre muy sugerente (Popóo) al que nunca vimos a pesar de que recorrimos kilómetros y kilómetros de sus orillas.

Para que se den cuenta de lo aburrido que estuvo eso, les presentamos al personaje más interesante con el que cruzamos camino en esa etapa: un cazador coquero de más de ochenta años que nos dio tremendo palo en la bici, pasándonos como a postes. A pesar de su vitalidad, parece que a él tampoco le había ido muy bien en ese día, pues volvía a su pueblo con las manos vacías y una llanta baja luego de una larga jornada de cacería.

Por lo menos esa noche nos pusimos pilas y logramos conseguir alojamiento en un establecimiento de aguas termo-medicinales en la población de Pazña. La calidez de don Juan y su familia (los administradores del lugar), así como de las aguas de cuartos individuales (en los que algunos se metieron de a dos... ahí imaginen las combinaciones posibles), fueron más que suficientes para relajar músculos y mentes.

Resultado: ese día pedaleamos más de 100 kilómetros, rozagantes como pristiños y feroces como el viento.

Resumiendo (ya que estamos cansados y no sabemos qué poner): las hojas de coca y la eterna planicie del camino aumentaron nuestro rendimiento deportivo en un 80%. Rompiendo récords a granel (aunque no tanto como desearíamos romper otras cosas) y pedaleando como gacelas, avanzamos en rauda francachela, extensas disquisiciones filosóficas, remembranzas nostálgicas, flatulencias virulentas y demás parafernalia anecdótica que no viene al caso resaltar. Y así se nos fueron varios días.

Por suerte la vida nos ofreció el chance de cambiar de aires y poco después de las aguas termales de Pazña abandonamos por fin el altiplano. Nos adentramos en la llamada Cordillera de los Frailes en dirección a Potosí. Cabe resaltar que en esta zona la relación de población camélidos andinos-ser humano es de por lo menos 100.000 a 1.

Para no estar balbuceando alabanzas en torno al paisaje de esos tramos, ahí les van unas cuantas fotos:




Finalmente, luego de una patética jornada cumpleañera (Kangá logró el récord de llevar 27 años ininterrumpidos de ser una espina en el culo de todo el mundo), en la que el regalo fue un pedaleo de 70 kilómetros sin ver un alma, nos fuimos aproximando al fin de esta etapa. (En realidad el cumpleaños no fue tan malo: compramos 3 cervezas de un litro cada una y el cumpleañero presenció un "strik-tis" de autoría de Copitas Coral... Todo esto ocurría en un restaurante/cantina de Cieneguillas, penúltima etapa antes de llegar a Potosí).

Y bueno, ya nadafff... Hay que reconocer que este es uno de los peores posts que hemos puesto, pero eso no es más que el reflejo de su falta de entusiasmo (4 comments es una burla!).

Ah, sí... Potosí está bonito.


Consuélense con las típicas escenas de la vida cotidiana:

Escena 1: Enfrentamiento marital en la llanura. Miembros del "pétit comité" discuten acaloradamente acerca de las últimas tendencias de la moda capilar.

Escena 2: Tres pajaritos en un balcón. Todos putos.

Escena 3: Miembros de la expedición Sudamérica a pedal junto a sus futuros anfitriones mexicanos, Thor y Mariana, en la Casa Nacional de la Moneda de Potosí.

Escena 4: Agraciados maniquís potosinos ignoran las soeces provocaciones de un par de muñecos ecuatorianos.

NOTICIA BOMBA: Mario Esteban Salvador, "la retobada rata trepadora", anuncia su retorno a Quito por falta de fondos. Cualquier alma caritativa que quiera apadrinar a esta "joyita" puede contactarse con la Fundación Mofleseeker Entertainment o escribirnos directamente a nuestro correo grupal.

4.533 kilómetros recorridos.

Potosí, Bolivia, miércoles 9 de abril 2008.

13 comentarios:

F dijo...

COMO ASIF MARITO ESTEBAN???? no me hagas llevarte atún a los andes... anyways...


hehehe, el cuarto (pero no menos puto) está aquí aburridaaaso en su silla de trabajo, engordando...lo último es mentira! estoy nadando, haciendo flexiones y dejando la macoña (esto último también es una falacia, sorry),

PS: uds también nunca comentan en mi blog así q no jodan ... y es bonito vea?!?!

Anónimo dijo...

guabitas y cubitas hermosos! no me cansare de expresar mi admiracion por muy drunken death rats preferidas! mis bestias os extraño y os mando saludos gigantes acompañados de BESOS GIGANTES q son mas ricos! jajaja y bueno saludos a todos los compañeros q no conozco tambien aunq creo q ya comparti chuchaqui con alguno de ellos... quizas el coral! jajaj si en la casa de la caro tras una destruccion masiva en aquel antro llamado la buuuungaaaa! ciertooo bueno ya fin, q me entra la nostalgia!
SUERTE BESOS ABRAZOS Y TODO LO BUENO BESTIAS!
the basque fury...

Unknown dijo...

Chuta, cierto es que han faltado comentarios. Yo culpo a Miriam Merchán, al nuevo trabajo de docente en el Liceo Internacional y a la pelada (que también estoy estrenando). Pero basta de escusas!

Aunque parezca falta de imaginación, reitero lo dicho en mi anterior comentario: Guabas, las chicas te aclaman! Falta aquel "drunken rat" que prende el enardecimiento por donde va.

Fuera de eso. Siempre se la goza con su blog. Esas escenas de la vida cotidiana son insuperables!

pALo dijo...

Cada vez que entro al blog recuerdo la emoción de descubrir en un espacio del planeta un lugar para poder disfrutar de la vida, los amigos y los recuerdos... En las montañas las nubes y en la sonrisa de las personas... Suerte a todos.. Y Mario aun no es tiempo de volver...
Un abrazo gigante
pALo

Anónimo dijo...

Ya no sean llorones. Yo me he leído todititas las entradas, pero pa qué repetir lo que ya es clamor nacional: os amamos! bue... a su blog al menos! Y cómo es eso de que Monsieur Le Cubas se regresa? Hagan una vaca para el trago, ahí todos se han de caer con alguito...
En todo caso, ánimo ahí!!! Te extraño Guabitsss!!! Te fuiste llevando el ánimo aventurero!!! Un abrazo!

AAAbikers dijo...

Entiendo lo importante de recibir mas de cuatro comentarios...

Este es una muestra de que leemos avidamente las aventuras y las alucinaciones a las que nos puede llevar el consumo de la hoja sagrada.. ja ... ja ...

Acá nos comprometemos a seguir poniendo commments en todos los Post publicados por alucinados Quijotes de sudamerica a pedal.

Lo unico que pedimos a cambio es que cuando regresen traigan suficiente dotación de hoja.. para todos los que vamos a recibirlos a su llegada a Quito...

Un abrazo de los ciclistas que quedamos en casa..

Les deseamos de corazón que no se topen con climas como el que estamos pasando en el Ecuador..

Anónimo dijo...

¡Adelante! ¡Adelante! ¡Adelantense no más!¿Qué más se les puede decir a quienes han recorrido más de 4.500 km en menos de 3 meses?
Solo que los seguimos paso a paso, pedal a pedal, y deseamos que disfruten mucho de Potosí, Sucre (la ciudad de los cuatro nombres: Charcas, Chuquisaca, La Plata y Sucre) y el Salar de Uyuni, el fondo seco de un antiguo lago, que hace muchos miles de años se unía al de Popóo y al de Titicaca, para formar una enoooorme cuenca lacustre.

CLC

Anónimo dijo...

Increible viaje con una envidia sana espero que les vaya del puctas en el resto del viaje , en la pagina www.bicicleteros.com quiero poner una reseña suya asiq eu si tienen tiempo envienela a info@bicicleteros.com para qeu la gente cvomente full en su blog, felicidades de nuevo que ENVIDIA!!!!

Anónimo dijo...

Cacas:

No se me pongan llorones que bien saben que por acá sí se sigue la novela esta en forma de blog.
Diganle al Cubas que no se ceje y que haga de tripas corazón. En pocas, que no sea poco varón.
Vamo'ahí sudamerica a pedal.

PD.- Podrían incluir más mofle en sus fotos para que suban las visitas. Por experiencia digo.

Att.
El ave

Anónimo dijo...

Háblate seco, Marito Esteban. Una cosa te digo: sé varón. Tienes ahí a uno de los chulqueros más famosos de Quito, conocido en el bajo mundo como Andrés Landázuri. Dile que sea pana y te acolite con un préstamo hipotecario. No seas tan descomedido, El Yusas; ahí se ven los panas.

Atentamente,

El Conejo.

Anónimo dijo...

Hasta aquí (hasta Potosí) los hemos seguido por tierras que de algunas maneras conocíamos, comparando sus experiencias con las nuestras.
De ahora en adelante los seguiremos con mayor interés, si cabe, por el desconocido (para nosotros) sur de Potosí y nor occidente argentino. No digan que no saben que poner, porque todo nos interesa: El paisaje, la gente, las costumbres, las comidas, el clima, el estado físico y anímico de cada uno de los ciclistas, el funcionamiento de las bicicletas... todo.
Mucha suerte,
CLC

Anónimo dijo...

ANIMO CHICAS/OS, desde Quito les seguimos siempre, perdón la vagancia nos hacia falta el jalón de orejas pa' escribir...GRACIAS

Anónimo dijo...

Que fue Fernandito, espero que algun rato te festejen tu cumpleaños como es debido... que es eso de pedalear y pedalear en ese paisaje tan desertico... Chuta que pena q te hayas quedado sin $$$ en todo caso tu sigue q aqui, si es necesario le vendemos al Fco. para que termines tu viaje...

Te mando un fuerte abrazo a ti y a todos los del grupo...

Vane