viernes, 19 de febrero de 2010

Un largo paréntesis en casa

Una larga y emotiva sonrisa de optimismo fue la celebración que me ha traído de vuelta a Quito para un gran descanso de dos semanas. Muchísimas de las personas más cercanas a mí se congregaron el pasado 6 de febrero para acompañar a mi hermano Felipe en su matrimonio con Alejandra, su amiga y compañera desde hace ya muchos años. Los que siguieron hasta el final la primera aventura de Sudamérica a pedal quizá recuerden aquellos días finales en los que, concluida la meta en Bariloche, fueron justamente Felipe y Alejandra quienes me recibieron con calidez en Buenos Aires. Fue el tiempo compartido con ellos el capítulo final de esa aventura tan exitosa y por la que me siento tan agradecido con la vida.

El tiempo, como los kilómetros, ha recorrido ya mucho desde entonces. Los novios son ahora esposos. Bariloche, Buenos Aires y todo el lejano sur es ahora un recuerdo enorme que crece y crece en la memoria de quienes estuvimos ahí. Nuevas metas han izado sus banderas y han reclamado nuestra mirada. Colombia ha sido conquistada y Venezuela alcanzada. Innumerables anécdotas y aprendizajes se han acumulado bajo las ruedas de mi bicicleta.

Pero quiero más.

No solo el matrimonio de mi hermano me ha traído de vuelta. Hay algo muy definitivo que me revuelve el pecho con apremio: Michelle. Que me resulte casi necesario viajar así, con un ancla tan fuerte en el lugar del que me alejo, puede resultar curioso, casi sintomático. Que ella ahora se vaya a otro país por un largo tiempo me resulta irónico. He vuelto también para despedirme de ella. Lo he hecho compartiendo dos semanas que ni ella ni yo podremos olvidar.

Cuenqui: me sorprendes cada día más con tu corazón enorme. Tienes un alma genuina, llena de una bondad radical que no he visto en nadie más. Te quiero. Te extrañaré sin pausa. Durante cada metro.

El avance casi febril que emprendí después de un primer mes con bastantes descansos ha tenido como clausura este temporal retorno a casa. Volver a los amigos es siempre un motivo de fuerza, una fuente de energía. Cada día que ha pasado aquí a contribuido a modelar un nuevo espíritu para este viaje que se apresta a continuar. Curiosamente, ahora siento un recelo que antes no había experimentado. Siento pena por lo que se acaba, por lo que he hecho ya. Me asusta un poco volver a los solitarios días de marcha, más aún al considerar que el nuevo desafío me internará por regiones cada vez menos pobladas y más remotas. La nueva meta es la ciudad de Manaos, el corazón de la amazonía sudamericana, mi puerta de entrada al país más grande de Latinoamérica: Brasil.

Los días cercanos a la boda de mi hermano han sido un verdadero brillo, una gran alegría capaz de refrescar a todos los que hemos tenido la suerte de estar cerca. No me queda sino expresar mis deseos de alegría a Felipe y Alejandra, cuya nueva empresa (mucho mayor que la mía), ha empezado a rodar ya.

Basta de descanso. Mañana vuelvo de vuelta a Caracas. Ahí me esperan Sherpa y quién sabe cuántos cientos de kilómetros más por recorrer.

Quito, viernes 19 de febrero de 2010.

6 comentarios:

- dijo...

Saludos pues... que hoy ya es mañana.

Cuenqui dijo...

Hay mi guabitas, te fuiste de nuevo!!!
Y me dejas con el alma en un hilo.
Lo único que puedo decir es gracias, por todo este tiempo compartido que me ha colmado de felicidad y que no saldrá de mi pensamiento por más lejos que este. Seguiré pendiente de tus aventuras, como todos los que admiramos lo que haces.
No te detengas amor, dale con mucha fuerza que sin duda te esperan paisajes incleíbles, diversas emociones y mucho sudor.
Muaaaaa


Eres lo máximooooo amorzote je
Te Adoroooo....

sara dijo...

que mal de mi parte supongo Guabitas la verdad quise verte en serio pero así como tú estuve y estoy construyendo recuerdos... yo también voy a extrañar bueno te envió lo mejor del mundo en este trayecto nuevo mucho cariño aun que no te haya visto te pensé full amigo y hablé de ti un monton.. todo en bien claro esta
suerte y abrazos

GuaMBRa CaRiSHiNa dijo...

Guabitas!! Fue chévere verte aunque sea un par de veces. Qué penita que no hubo chance de despedirse, ya nadafff. Mucha fuerza y ánimos para continuar tu viaje. Un abrazote!!

Lucy Toscano dijo...

Guabas!!! Que bacán saber que después de todo lo hiciste y sigues haciendo lo que te gusta y lo que sueñas.. te mando un abrazote y te deseo éxitos en tu ruta del sol..

Lucy

Anónimo dijo...

my only... recién poniéndome al día con todas tus bitácoras viajeras... leyéndolas en reverso... me han capturado, me han emocionado, alegrado y conmovido... te quiero mucho broder eres lo que hay!

Yo también tengo muchas aventuras viajeras que contarte, pero eso será supongo a tu regreso con todo el sentimiento y guazpete en mano

besos fanfarria!!!